sábado, 7 de marzo de 2009

CRÓNICA: 10es Jornades Imatge i Recerca (I)

Entre los días 11 y 14 de noviembre de 2008 la ciudad de Girona volvió a convertirse en sede de las importantes Jornades Imatge i Recerca, unas interesantes jornadas de carácter bianual que mediante la convocatoria y reunión de destacados profesionales en la materia, tratan de convertirse en ágora de debate sobre los diferentes aspectos vinculados a la gestión, la conservación, el tratamiento y la difusión del patrimonio fotográfico y audiovisual.
Girona, emulando el esplendor de la más avanzada polis griega, volvió a brillar transformándose, de nuevo, en foco de erudición e ilustración. Un ejemplo más de lo que Joan Boadas, uno de los más destacados responsables del evento, gusta de llamar "ecología del conocimiento".

Las Jornadas se abrieron con una entusiasta conferencia del veterano historiador de la fotografía, Bernardo Riego, investigador incansable que compartió interesantes reflexiones acerca de la evolución del estudio de la fotografía y del largo camino que queda por recorrer. Seguidamente, se pudo disfrutar de una sugerente mesa redonda estructurada en tres bloques: fotografía patrimonial, fotografía y archivos y, finalmente, investigación. El citado Bernado Riego, planteó la necesidad de que la imagen fotográfica se encuentre custodiada por verdaderos profesionales, en lugares adecuados que ofrezcan, en su conjunto, garantías de preservación y de una futura difusión. Según Riego, nos hallamos ante un importante objeto cultural que hemos de saber conservar mediante una custodia profesionalizada.
Joan Boadas, responsable del Servei de Gestió Documental, Arxius i Publicacions y Director del CRDI del Ajuntament de Girona, mencionó cinco momentos clave en la evolución de la gestión del patrimonio fotográfico:
1. 1980: Primeras Jornadas de Fotografía, momento en que se plantean tres cosas importantes: la creación de un organismo que proteja y difundia el patrimonio fotográfico, la necesidad de homogeneizar el tratamiento y la conservación de la fotografía y, finalmente, el estudio e implantación de una normativa que regulara el paso de patrimonio de mano privada a mano pública.
2. 1990: 1eres Jornades Imatge i Recerca, primer inventario donde se pone en evidencia la variedad de centros que custodian fotografía. En las jornadas, de nuevo, se plantea el tema de la homogeneización del tratamiento.
3. 1996: Edición del Llibre blanc del patrimoni fotogràfic a Catalunya, donde se publican una serie de encuestas que revelan la existencia de una preservación que trabaja con 7,5 millones de fotografías, con un 70% del conjunto en archivos. Dichas encuestas también desvelan una serie de importantes carencias: un inventario de las colecciones de los archivos, software pertinente, personal especializado y, nuevamente, una homogeneización del tratamiento.
4. 1998
: Aparición de la primera base de datos de imágenes.
5. 2008: celebración de las segundas II Jornadas Catalanas de Fotografía, SCAN, discreto dejà vu de la situación vivida en 1996.
Tras este recorrido por los momentos más destacados de la historia de la conservación del patrimonio fotográfico, Joan Boadas planteó la existencia de una sensación de repetibilidad de unos temas que parecen inalterables, de unas necesidades que se continuan recalcando 28 años después de la Primeras Jornadas de Fotografía. Es como si, tras todos estos años de encuentros, reuniones, trabajo e investigación, las cosas no hayan cambiado. ¿Es esto realmente así? Joan Boadas fue claro y rotundo: "no".
Ángel Fuentes, conservador y restaurador de Patrimonio, reflexionó acerca del cambio que se ha producido en la fotografía y en la sociedad. La custodia sería un "Arca de Noe" que habría sobrevivido al diluvio universal, arrastrando, sin embargo, ciertos "tics" asociados a la gestión de información, no de imágenes. Según Fuentes, custodiamos patrimonio, materia y, en este sentido, es necesario asentar criterios que propongan cambios cualitativos. Es importante compartir experiencias, aprender de las iniciativas llevadas a cabos en otros países. Todo ello permite optimizar recursos.

Josep M. Oliveras, mencionó la importancia de la relación con el fotógrafo. Según Oliveras, todo acabará condicionado por esta circunstacia. En este sentido, el ponente quiso hacer hincapié en el maltrato que reciben muchos fotógrafos locales por parte de los organismos públicos. El daño es causado por diferentes vías: libros de mala calidad, presentaciones inadecuadas, duplicaciones, etc. Josep M. Oliveras cerró su intervención partiendo una lanza en favor del porvenir. Según Oliveras, es importante desarrollar y mantener la capacidad para entusiasmar, inventar nuevas plataformas de difusión.
Josep Cruanyes, abogado experto en propiedad intelectual, realizó un interesante recorrido por la historia de la fotografía desde su condición de obra de creación intelectual. Cruanyes retrocedió hasta 1789, con la Constitución de Estados Unidos, como punto de partida de un sistema jurídico que tiene intención de proteger la capacidad creativa de sus autores. A su vez, Cruanyes quiso destacar la importancia de la negociación previa al ingreso. Es imprescindible asumir compromisos, acordar el uso lucrativo y pactarlo todo sobre papel. De cara al archivo, sería igualmente interesante, avanzar en la regularización y homogeneización del acceso al fondo, ser proactivos, establecer redes de colaboración con fotógrafos, fomentar el asocianismo en la fotografía y saber identificar interlocutores.

Más información
Actas de las Jornadas

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