domingo, 23 de diciembre de 2007

Ventajas de la digitalización

Los progresos que se están produciendo en el sector de la fotografía y, en definitiva, en las nuevas tecnologías, son enormes y las ventajas paralelas que llevan aparejadas son muy interesantes.
Para empezar una de las virtudes del formato digital es su inmutabilidad. Efectivamente, al tratarse de información codificada en ceros y unos, la calidad y la resolución de la imagen original se conserva totalmente inalterable ante el paso del tiempo. A su vez, el duplicado exacto de la imagen es tremendamente rápido, sencillo y económico (1).

En relación al acceso (2), si sabemos aprovechar otras ventajas de las nuevas tecnologías, podemos fomentar un tipo de consulta online que permite a los usuarios ganar un valioso tiempo. De esta forma, un posible usuario podría acceder a la imagen que necesitara evitando la mediación de la figura del archivero e incluso ahorrándose el desplazamiento físico al archivo fotográfico, asegurándose, además, que se trata de la imagen que cubre su necesidad informativa (3). Se contribuye, por tanto, a aumentar la satisfacción del usuario a pesar de que las imágenes digitalizadas funcionarían, al menos en un primer término, “como iconos referenciales y que, por tanto, la consulta a los instrumentos de descripción no puede considerarse finalista” (4).

Como señala Luis Pavao, con la digitalización “la consulta de imágenes es mucho más fácil y rápida y reduce el trabajo de los funcionarios, que no tienen que retirar constantemente las copias del depósito para volver a colocarlas enseguida. Nos permite además poner imágenes de las que sólo tenemos el negativo a disposición de la consulta del público, sin necesidad de imprimir” (5).

Además, es posible proporcionar al usuario enlaces a imágenes relacionadas por temática, autor, etc. Los avances en el terreno de la automatización y, en especial, de los programas de reconocimiento de formas, rostros, texturas y otros, nos hacen pensar que la digitalización es una cuestión necesaria que permite la construcción de enormes bases de datos con procesos cada vez más automáticos (6). Esta facilidad de acceso también representa una nueva difusión caracterizada por la distribución sin fronteras. Efectivamente, la digitalización y la ubicación del material en la red facilitan y estimulan la consulta remota e ilimitada (7). Si se llegan a acuerdos de estándares en la difusión, se pueden crear grandes proyectos de colaboración tan interesantes como la búsqueda simultánea en varios archivos (8).

           

Otra ventaja es la optimización del espacio disponible. Efectivamente, lo digital está tendiendo cada vez más a ofrecer una creciente capacidad de almacenamiento, en espacios cada vez más reducidos. Esto puede resultar interesante en archivos fotográficos pequeños: en un solo disco duro o en una estantería de dvd’s puede contener todas sus imágenes.

Por otro lado, el presente software de reparación y retoque digital es verdaderamente asombroso y lo mejor de todo es que todos los procesos de restauración pueden ser revertidos con facilidad.
En definitiva, estamos ante una mejora de la conservación, de la preservación, de la restauración a través de programas de retoque digital, de la accesibilidad y recuperación de las imágenes y ante unas posibilidades de aprovechamiento del espacio disponible más óptimas. Las posibilidades que ofrece la tecnología digital son enormes (9) y todas ellas contribuirán a mejorar la, últimamente, tan mencionada “satisfacción del usuario” (10).


(1) Es importante tener en cuenta que la reproducción digital en ningún caso sustituye la fotografía original y esto es así porque, cuestiones como el soporte o el procedimiento, hacen que sólo en las instantáneas iniciales podamos hallar “el corpus y la esencia histórica del objeto”. David Iglesias “La gestión de la imagen digital” [en línea] Hipertext.net. Núm. 2, 2004 [Consulta: 28.03.2007].
(2) Recordemos que el “acceso a la información es una de las tareas fundamentales para un servicio público de gestión documental”. David Iglesias, op. cit.
(3) En este sentido, Isabel Ortega hace mención a una acertada e interesante idea acerca de la digitalización y afirma que “se presenta como un sistema práctico para la difusión y consulta en pantalla de los fondos, no sólo en la propia institución sino que a través de las redes internacionales se hace posible el acceso remoto a éstos”. Ortega, Isabel. “Los materiales fotográficos”. En: Díez Carrrera, Carmen (coord.). Los materiales especiales en las bibliotecas. Gijón: Ediciones Trea, 1998, p. 235.
(4) David Iglesias, op. cit. Evidentemente, estamos hablando de imágenes que han sido digitalizadas en un fondo fotográfico de carácter cultural donde, de forma extensiva, la duplicación con finalidades sustitutivas o el trabajo con archivos originalmente digitales todavía es escaso. Sin embargo, sólo tenemos que observar el funcionamiento de bancos de imágenes comerciales, como Corbis por ejemplo, para darnos cuenta de que este esquema no es válido.
(5)Pavao, Luis. Conservación de colecciones de fotografía. Granada : Junta de Andalucía, Consejería de Cultura: Comares, 2001, p. 216.
(6)En este sentido, Manuel Santos señala como una de las ventajas de la digitalización la posibilidad de crear herramientas de búsqueda más avanzadas y más rápidas. Santos, Manuel. “La fachada de tu archivo, estrategias y herramientas para la difusión digital de archivos fotográficos”. En: Imatge i Recerca 7es Jornades Antoni Varó. Girona: Ajuntament de Girona, 2002. p. 55.
(7)Ibid., p. 55.
(8) Ibid., p. 81.
(9) Como indica Diego Sarrigarte la “fotografía desde que ha entrado en la era digital asume unos cambios continuos, ya que su relación con el mundo de la informática conlleva de manera renovada y paulatina nuevas posibilidades que hay que aprender y asumir”. Sarriugarte Gómez, Diego. “Hacia un arte de la simulación: la fotografía digital”. Terceras Jornadas: imagen, cultura y tecnología. Madrid: Universidad Carlos III: Archiviana, cop. 2005, p. 202.
(10) Rey Martín, Carina. “La satisfacción del usuario: un concepto en alza”. Anales de Documentación. Núm. 3. 2000, pp. 139-153.

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